Estero de Reloncaví (Chile)

Emparedado entre los atractivos del volcán Osorno y el hechizo que ejerce la ruta Austral, el Estero de Reloncaví es un descubrimiento inimaginable donde puedes permitirte el lujo de desconectar.

Para los viajeros que emprenden la ruta Austral partiendo de Puerto Montt, el ferry que salva el Estero de Reloncaví es el primero de muchos otros que deberán tomar en sus casi 1.300 kilómetros de recorrido. Pero si no se tiene prisa, o simplemente se está recorriendo la región de los Lagos, tenemos ante nosotros una excelente opción para descubrir el Sur chico chileno más auténtico.

Emparedado entre el magnetismo turístico que ejerce el volcán Osorno en toda el área y la épica de recorrer la carretera Austral, el fiordo o Estero de Reloncaví queda injustamente relegado a un segundo plano. A lo largo de sus casi 90 kilómetros de penetración en tierra firme en sentido NE hasta fundirse con las aguas dulces del río Petrohué, sus márgenes ofrecen la posibilidad de entrar en contacto con comunidades sumamente amables y conocer su quehacer diario. Además de ello, para los amantes del excursionismo y naturalistas amateurs, guarda sistemas ecológicos de primera magnitud y rincones de belleza magnífica a poco que se ponga el foco hacia la cordillera de los Andes, a tocar. Os aseguro que por aquí uno puede darse el lujo de desconectar. En cualquier caso, es bueno aventurarse por esta zona antes de que la industria turística descubra su potencial y llegue la masificación.

Siguiendo el sentido de marcha desde Puerto Montt, apenas una hora escasa de conducción por la RN 7, siempre con bellas panorámicas costeras, el parque nacional Alerce Andino puede ser el primer contacto con la naturaleza más virgen de la zona. Antes de llegar a Caleta La Arena, punto de embarque para cruzar el Estero de Rolancaví, hay una de las entradas a este santuario natural de bosque húmedo (más de 300.000 ha. de extensión) que conserva ejemplares gigantes del majestuoso -y preciado- árbol alerce, con más de 2.500 años de antigüedad en algunos casos y que suele compararse con la sequoia norteamericana. El acceso norte, más próximo a Puerto Montt, por Correntoso, es otra alternativa, mientras que el oriental, por Canutillar, continúa cerrado por la erupción del volcán Calbuco.

Tras desembarcar en Caleta La Arena estaremos en disposición de remontar el estero en toda su longitud por su margen izquierda. Una carretera de ripio parte a pocos metros del embarcadero en dirección a Puelo y Cochamó, las dos comunidades más importantes de la zona. La pista, encastada en ocasiones entre paredones de granito que se precipitan hacia el agua, va serpenteando sin alejarse de la costa en ningún momento permitiendo panorámicas excelentes. El trayecto, que cuenta con alguna sección asfaltada, es apto para cualquier 4×4 y camper; algunos están castigados por la tôle ondulée y no faltan puentes de madera ‘añejos’ que salvan torrenteras de agua cristalinas. En invierno, la nieve tampoco es extraña en cotas bajas.

Llegados a Puelo, acostumbrados ya a la presencia de piscícolas relacionadas con la cría del salmón -principal actividad económica de la zona- descubriremos otro par de detalles: la imponente mole de volcán Yates (2.111 m.) y su campo de hielo y toda una iconografía reivindicativa contra la voracidad especulativa de las hidroeléctricas y su empeño de aumentar la privatización del agua (en Chile, el 80% de las cuencas acuíferas están en manos de grandes compañías). El conflicto que sostienen los mapuches más al norte con las empresas del sector (Mediterráneo/Endesa a la cabeza) dispuestas a controlar este recurso básico a cualquier precio y a construir embalses que proporcionen energía a las minas de cobre del norte y la conurbación de Santiago también tiene su réplica por estos lares. Es una lucha desigual, David contra Goliat, pero resulta corajoso ver como una población de apenas 500 habitantes mantiene el pulso.

Si nos adentramos por la pista que conduce al imponente lago Tagua Tagua, además de quedar subyugados por la magnificencia del paisaje -aún con señales de un pavoroso incendio ocurrido años atrás- estaremos en condiciones de comprender mejor esta problemática y también de disfrutar de extraordinarios parajes. Bastará con tomar el transbordador que surca el lago en dirección a Puerto Arena y encararnos con las primeras estribaciones de los Andes. El parque Tagua Tagua brinda brillantes sesiones de senderismo y pesca.

Poco antes de alcanzar Cochamó, caracterizada por la silueta chilota de su iglesia, se abre otra oportunidad única para el trekking y amantes de la naturaleza. A 5 km de dicha población, justo pasado el puente que salva el río Cochamó, un camino de ripio remonta el valle del río para dejarnos frente al sendero que, tras 11 km de marcha a pie entre la pluriselva de tipo valdiviana, lleva al paraje de La Junta, un precioso y fantástico valle elevado rodeado de cimas graníticas enormes. Hay diversos albergues para pernoctar y posibilitar caminatas inolvidables por los cerros cercanos.

El Estero de Reloncaví pone límite a su penetración unos 16 km. al norte, a la altura de Ralún, donde las aguas saladas se mezclan con las del río Petrohué, que se nutre de los ventisqueros del volcán Osorno. El lugar es aprovechado por los paisanos para el baño, la pesca o la marcha en kayak. Pero nuestro viaje aún tiene un último y meritorio capítulo, recorrerlo durante unos 20 km por el margen derecho, aprovechando la pista que lleva a Canutillar (y que prosigue unos kilómetros más hasta el lago Chapo). Las panorámicas sobre la cordillera son grandiosas, así como sobre los asentamientos de la orilla opuesta. El desplazamiento permite entrar en contacto con una población diseminada cuya economía tradicional se basa en la apicultura (miel de ulmo, mayoritariamente) y la ganadería. Chema Huete

Apuntes prácticos:

• llenar el depósito de combustible, no hay gasolineras en el camino. Desde Puerto Montt, el punto más cercano está en Ensenada.
• En Puelo, no perdáis la oportunidad de apreciar el colmado general, y de paso pertrecharos de los que necesitéis.
• En Cochamó, la viista de su iglesia, de estilo chilote, resulta imperdible si no habies estado en Chiloé.
• Antes de aventurarte por senderos y caminos, consulta en las comunas de Cochamó y Puelo. Ambas poblaciones disponen de servicios de información competentes sobre los operadores de la zona y diversos programas de senderismo seguro.
• A nivel de pernocta, ningún problema, hay camping y cabañas de sobras. Pero sugerimos un par de lugares interesantes: el camping Los Arrayanes, en dirección a Cochamó, a lado del río y la pista que conduce al paraje de La Junta. La otra dirección a guardar es al otro lado del Estero, justo antes de llegar a Canutillar. Es el camping ‘El Sauce’; además de unas buenas instalaciones y trato amable de sus propietarios, las vistas son espectaculares. Contar unos 7000 pesos por coche y 2 personas.