La belleza de las regiones chilenas de Los Lagos y Los Ríos tiene su correspondencia en el lado argentino. El parque nacional Lanín abre por el norte un corredor espléndido para los amantes de la naturaleza que se extiende hasta Los Alerces, en el corazón andino del Chubut.

Entre todos los pasos posibles de acceso motorizado, más o menos estables en este tramo de los Andes, el de Hua-Hum es posiblemente el más sugerente. Y no solo porque las aproximaciones a éste –Neltume, desde el lado chileno y Puerto Fuy, por el argentino- ofrecen oportunidades excelentes para recrear los sentidos. Además de recorrer kilómetros de ripio entre densos bosques de alerces que amagan lagos y ríos y pequeñas comunidades mapuches, hay que subir a bordo de una barcaza para salvar el lago Pirehueico, que se interpone entre las fronteras de Chile y Argentina. La travesía dura cerca de dos horas, el tiempo que emplea en recorrer en toda su longitud este bello lago encajonado por cerca de 20 millas entre montañas que superan los 2.000 metros. En otoño y principios de primavera la travesía es un regalo aún mayor para la vista. La entrada hacia Argentina permite conectar con el lago Lácar, también con bonitas panorámicas y donde es posible pernoctar, bien en algún recinto privado o en cualquiera de los campings agrestes habilitados, zonas de acampada sin los servicios habituales.

          

La pista continua por una treintena de kilómetros más hasta alcanzar San Martín de los Andes, en la orilla este del Lácar. Esta joven población, que creció al amparo de un hospedaje para pasantes y turistas, es hoy una ordenada y bien provista ciudad de servicios. Ideal para emprender innumerables excursiones y con el centro de esquí de Corralco muy próximo, los folletos turísticos la sitúan también en el extremo norte de la escénica Ruta de los 7 Lagos, que alcanza hasta Bariloche pasando por Villa La Angostura y que da para incontables paradas y descubiertas. Los lagos Espejo, Hermoso, Falkner, Ceferino, Escondido, etc. etc. por citar algunos de ellos, son lugares reparadores y bastantes de ellos con zonas para pasar el día o la pernocta.

          

Pero si se anda algo sobrado de tiempo, vale la pena tomar el desvío hacia el lago Traful. Yendo en dirección a Villa La Angostura, unos 15 km antes, se accede por pista tras un bello recorrido de más de 30 kilómetros. El lago y la población que recibe su nombre, Villa Traful, de apenas 500 habitantes, son enclaves especiales, relajantes -fuera de temporada alta, por descontado- ideales para anacoretas temporales, caminantes y pescadores que merecen ser conocidos antes de que la industria turística hinque seriamente sus colmillos en la zona. Hoy por hoy, ni siquiera el wifi o el teléfono son estables…

Un apunte de aproximación para los alternativos: a unos 20 km de San Martín de los Andes parte la RP 63, de ripio, que recorre algunos de las zonas menos transitadas y conocidas delparque nacional Nahuel Huapi y que baja hasta Confluencia y de ahí va orillando el lago Traful hasta llegar al pueblo. La ruta es angosta y sinuosa en ocasiones, especialmente en las proximidades del paso del Córdoba donde dos coches pasan muy justitos. También entrado el otoño la nieve ya puede ser un obstáculo, así que hay que informarse previamente. De hecho, este debe ser un procedimiento obligado antes de emprender cualquier camino, incluso la famosa Ruta 40 en invierno, que se utiliza de reclamo para todo -incluso renombrando carreteras secundarias con su nomenclatura- si con ello se atrae al personal foráneo.

          

También hay otros pasos para vehículos a motor menos frecuentados, como el de Manuil Malal, que serpentea al norte del imponente volcán Lanin (3.776 m), paraíso de montañeros, no muy lejos del lago Tromen o el más solitario aún de Carirriñe. Este paso en medio de la nada, que se inicia en Chile por Liquiñe y en lado argentino toma dirección hasta Junín de los Andes como población relevante más próxima tras más de 100 kilómetros de pista, tiene aperturas parciales fuera de temporada. El itinerario es impresionante, de aquellos que te hacen sentir diminuto frente al medio. Dado su aislamiento, además de informarse previamente sobre su estado -la climatología puede ser muy severa- es recomendable cubrirlo con vehículos de tracción integral fuera de época seca y bien pertrechados. No dudamos que lo intentareis… Por el camino, divisorio entre los parques nacionales de Lanín y Nahuel Huapi, están las inesperadas termas de Lahuen-Co y los lagos de Epulafquen y Curruhué, ideales desde todos los puntos de vista para todo naturalista amateur y fotógrafos, pero una locura para los pescadores de truchas.

Claro que, si se desea conocer en toda su amplitud toda esta región de los lagos argentina, también llamada Distrito de Los Lagos, lo suyo sería comenzar por la zona más septentrional del PN. Lanín si la intención es continuar viaje hacia el sur. Provenientes de Chile, los pasos de Pino Hachado o Icalma, más estable en invierno el primero, son la salida natural al tránsito por los fantásticos e imperdibles parques Tolhualca, Conguillio y Nalcas, las réplicas del lado chileno al extensísimo -y desconocido en muchas de sus zonas- parque nacional Lanín argentino. La presencia por estos lares permite alargar la vista hasta los aislados enclaves naturales de Chos Mala y Laguna Blanca, unos 30 km al norte y oeste de Zapala, respectivamente. El segundo tiene categoría de parque nacional y, además de buen lugar para la pesca, es un santuario ornitológico. Primavera es la mejor época para su visita.

          

Llegados a estas áreas, igual nos entra la tentación de alargar las miras hacia los inhóspitos parajes de Vaca Muerta y el adyacente lago Barreales, yacimientos paleontológicos de fama mundial que tienen en las poblaciones de Plaza Huincul y Villa El Chocón sus expresiones formales en forma de museos donde se exhiben algunas de las especies de dinosaurios más colosales del planeta. Solo una mala noticia para los apasionados de la paleontología, que esperemos sea transitoria: el Proyecto Dino del lago Barreales, a la altura del afamado centro de Ischigualasto, en el norte, por la calidad de sus yacimientos y excavaciones está en suspenso a la vista pública hasta que se resuelva el contencioso entre autoridades, petroleros y comunidades locales.

          

Y a todo esto, penetrando hacia el corazón del Neuquén, nos hemos apartado unos cuantos kilómetros de nuestra pretendida ruta inicial hacia Bariloche, El Bolsón, Esquel, Trevelín y Los Alerces …De estos pagos, de sus bellezas naturales incontables en número, casi todas de primera magnitud y con numerosos hitos históricos y culturales, las estanterías de librerías, oficinas de turismo locales y otros foros ofrecen cuantiosa información que supera con creces el objetivo de estas líneas.

          

Solo una recomendación, si se nos permite, a nuestro juicio, sumamente interesante de seguir:  dejado Bariloche, camino de El Bolsón, pasado en centro del ACA del lago Mascardi, parte una pista hacia Pampa Linda y Cerro Tronador y su Ventisquero Negro. Vale la pena perseguir su final. Son unos 60 kilómetros de pista de parajes y panorámicas inmensas que conducen a uno de los más anfiteatros naturales más relevantes y seductores de la región.

Disculpadnos si no hemos sido capaces de ordenar todo este festín natural al alcance de cualquier alma curiosa que ofrecen los Andes en esta sección, desde el Neuquén hasta el límite norte del Chubutt. Lo qué si tenemos claro después de casi tres meses serpenteando entre fronteras, de lago en lago y paseos formidables es que si volviéramos a comenzar no seríamos capaces de seguir la misma ruta. El vaivén de rumbos pareciera otra vez caótico desde un punto de vista organizativo, pero solo estaríamos respondiendo a las invitaciones de una naturaleza prodigiosa y las sugerencias y la amabilidad de las comunidades presentes.

          

Notas prácticas.-

Zapala cuenta con camping municipal y un centro del ACA con un buen restaurante.

En el PN. Laguna Blanca es posible pernoctar en los estacionamientos contiguos a las puntos de información.

En Junin de los Andes, recomendamos el camping Mallin Laura Vicuña, con baños calefactados, que en invierno se agradece mucho…. Y como sugerencias para comer fuera, el Resturant Sigmund, las pizzas son de primera y para carnes, La Parrilla Nueva Posta. Internet en la biblioteca pública y lavandería, en Lavacá.

La pernocta de campers en el casco urbano de San Martin de los Andes es tolerada. Hay un camping del ACA, bien organizado, que abre de diciembre a marzo. Un lugar para comer es el Restaurant Ku

Camino de Villa Traful hay varios puntos señalados para la acampada libre, como Puerto Arrayan. En la propia localidad, nos gustó el camping Vulcanche. Como sugerencia para comer, el Restaurant Millarray; sus truchas con manteca negra son deliciosas.

En Villa La Angostura, camping Hunquehue y restaurant La Caballeriza, con estupendas viandas. La cafetería Alma Mora es un lugar agradable pasar un buen rato y con buena señal de wifi.

En Bariloche no dejan estacionar mothormes en el centro. Hay campings en la costanera del lago, pero casi ninguno está operativo fuera de temporada de verano. A unos 8 kilómetros del centro urbano, en Villa Cohiues, a orillas del lago Gutiérrez, está el camping Los Cohiues, abierto todo el año. Y como capital del chocolate, no dejar de visitar el establecimiento Rapanuy.

En el Bolsón, lo mejor y más seguro para pernocta en camper es el Camping Cervecera El Bolsón, en la entrada norte. Excelente feria artesanal los martes, jueves y sábado como día grande.

En Pampa Linda, camping restaurant Los Vuriloches. Pero antes de llegar, por si queremos ascender pausadamente, tenemos el camping Los Rápidos, a orillas del lago Mascardi y con vistas espléndidas.