Las zonas andinas de las regiones chilenas de Los Lagos, Los Ríos y La Araucanía forman un espacio fastuoso para los amantes de la naturaleza. Primavera y otoño australes son las épocas más propicias para recorrerlo.
Para situarnos rápidamente, estos territorios del Chile continental se extienden al sur del rio Bio Bío hasta la región de Hornopiren y el Estero de Reloncaví, considerados genéricamente los limites naturales con la Patagonia chilena. Los Ángeles, Temuco, Valdivia, Osorno y Puerto Montt son las principales urbes. Dentro de esta franja, entre la costa del Pacífico y la cordillera de los Andes, podemos localizar una docena de espacios naturales de primera magnitud, la mitad de ellos declarados parques nacionales –Puyehue, Pérez Rosales, Huerquehue, Villarrica, Conguillio, Nalcas, Malalcahuello, Tolhuaca, Malleco, etc- donde es posible internarse durante semanas en frondosos bosques milenarios de araucarias, alerces, coihues, cruzando lagos y remontando ríos de aguas límpidas. Los más intrépidos no podrán resistirse a acariciar los imponentes volcanes de la zona, algunos cubiertos con nieves eternas o realizar trepidantes descensos en kayak en los muchos cursos de aguas bravas de la zona.
La armonía del paisaje, de una potencia abrumadora en primavera, adquiere su máximo de contrastes y magnetismo en la época otoñal. Estos encantos paisajísticos, sumados a los legados históricos de las comunidades del lugar, justifican la permanencia por semanas en estos pagos y la proyección de itinerarios de perspectiva sin fin. En nuestro caso, emprendimos un trayecto de Sur a Norte, buscando la proximidad de la cordillera andina, desde el Lago Puyehue hasta el Parque Nacional Tolhuaca – Malleco. El recorrido, que puede considerarse como una continuación de los ya publicados en este site ‘El Estero de Reloncaví’ y ‘La Huella alemana en Los lagos’ tiene en la población de Entre Ríos el punto de arranque. Panguipulli, Pucón, Villarrica, Coñaripe, Melipeuco y Curacautín son los puntos de paso, aprovisionamiento y acceso principales a la mayoría de las grandes áreas naturales citadas.
Entre ambos puntos justo hay 400 kilómetros, pero la distancia puede triplicarse fácilmente a poco que sigamos las huellas de multitud de pueblos, aldeas, lagos majestuosos con playas escondidas, lagunas, cascadas y saltos de aguas caprichosas y recovecos de enorme atractivo que toman su tiempo. Si ello no pareciera suficiente y siempre que la climatología lo permita y la condición física acompañe, quedaría la excitante experiencia de ascender a cualquiera de los numerosos volcanes de nieves eternas, como el Puyehue, Osorno, Villarrica, Llaima o Llonquimay. El único insalvable es que no estén ‘malitos’, eufemismo local para decir que están próximos a una fase pre eruptiva… cómo nos sucedió en nuestra excursión al Villarrica. Para restablecerse del esfuerzo, o sencillamente darse el gustazo, nada mejor que dedicar una jornada a solazarse en cualquiera de las numerosas termas naturales que manan en sus faldas.
Otra señal que no pasa desapercibida y de la cual ya hemos ofrecido algún post (ver ‘La huella alemana en Los Lagos’) es la abundancia de referentes de procedencia germánica, especialmente en la región de Los Lagos. La arquitectura y el urbanismo de poblaciones, casas y predios parecen extraídas de la Sajonia; algunos productos como la cerveza o el queso son propias de Bavaria, topónimos y apellidos de numerosos ciudadanos evidencian un origen alemán que parece reciente. La raíz de estas ascendencias, en claro contraste con la cultura mapuche, ocupante ancestral de la zona, hay que buscarla en el proceso de colonización promovido por el gobierno de Chile a mediados del siglo XIX.
Tampoco escapará al visitante evidencias de los litigios por la extracción y la distribución de los recursos naturales, incluida la producción de energía eléctrica y su impacto en el medio ambiente. En esta porción de la cordillera, los episodios de control sobre la población y sus ingentes recursos (madera, minerales) por parte de las oligarquías rurales y financieras en connivencia con los poderes políticos de turno, han sido numerosos en la historia reciente. Algunos, extremadamente dramáticos, persisten en la memoria colectiva chilena, como en Neltume, paso obligado para aquellos que quieran pasar a la Argentina por el transbordador de Puerto Fuy. A la entrada del pueblo, una nervada figura de bronce, recuerda los crímenes cometidos durante la dictadura de Pinochet. (ver post ‘Neltume, la Historia con mayúscula).
En la actualidad, este tipo de conflicto, presente a lo largo de Los Andes, está adquiriendo una nueva dimensión social por la concienciación de las comunidades locales en la preservación de sus entornos y la gestión responsable de los recursos frente a la voracidad enloquecida de consorcios mineros y energéticos. El megaproyecto de un tendido eléctrico de muy alta tensión desde el macizo del Caulle hasta Santiago, despreciativo con el territorio y sus ocupantes, de parecidas características a los que se proyectan en la Patagonia, es una de las amenazas que pudimos constatar durante nuestra estancia en la región.
Resumiendo, pocas zonas andinas ofrecen un abanico de oportunidades, sensaciones y sentimientos tan amplio y diverso como las regiones de Los Lagos, Los Ríos y La Araucanía. Después de cuatro meses -marzo a junio- recorriendo la zona a pie, en canoa, bicicleta y, por descontado, a bordo de nuestro camper Puyehue afirmamos sin temor a equivocarnos que ni el más raro, comodón, hiperactivo y/o exigente de los mortales saldrá defraudado de su recorrido por esta parte de Chile, también denominada en la literatura de las guías de viajes como el Sur Chico.
Los amantes del excursionismo y los deportes al aire libre, los naturalistas amateurs y los apasionados de la fotografía encontrarán sistemas ecológicos de primera magnitud, como los espacios naturales de Tohualca y Conguillio y sus bosques milenarios de araucarias, algunos ejemplares superando los 2.000 años de antigüedad. Claro que también están los que sostienen que la zona SE del PN Villarrica, y las áreas de Huerquehue y Nalcas ofrecen excursiones y rincones de una belleza cromática inolvidables, excitantes con las primeras nieves que dejan al descubierto las andanzas de pumas y zorros. Lo que sí es opinión coincidente es que las termas existentes en sus áreas de influencia están consideradas de las mejores de todo Chile.
De los grandes lagos y ríos, ¡qué decir! No sería justo desdeñar ninguno, aunque mostramos debilidad por el misterioso Rupanco y, en contraste, por el luminoso Panguipulli. Entre las lagunas de altura, quedarán grabadas en nuestras retinas la saturación de colores increíbles de Lago Chico y Laguna El Toro (PN Huerquehue), Laguna Verde (PN Tolhuaca) y las aguas del lago Conguillio cuyas orillas aparecen teñidas de rojo por los reflejos de los ñirres en otoño.
En los ríos guardamos momentos intensos del Gol-Gol, que alimenta el lago Puyehue; del curso del río Bueno, desaguadero en el Pacífico del lago Ranco y también del río Petrohue y sus rápidos cañeros para la práctica del kayac. En fin, nosotros que somos algo crédulos, pero sobre todo curiosos, decidimos sumar todas las notas y apuntes a nuestro recorrido, incluidos espacios más frecuentados como los PN Puyehue y Vicente Pérez Rosales y alrededores del lago Villarrica, que fuera de época de vacaciones y Semana Santa tienen su puntito. Chema Huete
Apuntes prácticos:
La bibliografía sobre la zona es muy prolija, con guías generales que ofrecen una buena visión de conjunto. No obstante, para estar actualizados, es recomendable pasarse por las oficinas de información locales y centros de la Conaf; además de ponernos al día en cuestiones prácticas, tienen detalles y sugerencias insospechadas.
Antes de aventurarte por senderos y caminos o contratar algún operador para la práctica del kayac o la ascensión a volcanes, por ejemplo, consultar los servicios de información local y guardabosques oficiales. Ellos disponen de datos relevantes sobre el estado de la zona y la competencia de los operadores.
A nivel de pernocta, ningún problema; hay zonas de camping, organizados o agrestes incluso dentro de los mismos parques o reservas nacionales con espacios para los campers. Tampoco faltan las cabañas, públicas o privadas. Pero de mediados de enero a comienzos de marzo (periodo de vacaciones) puede haber saturación en las zonas de los lagos y parques nacionales.
Procurar llenar el depósito de combustible en cuanto disminuya a la mitad de su capacidad, no hay gasolineras en el camino fuera de las poblaciones de cierta importancia.
Algunos sites útiles:
http://www.conaf.cl/ : La mejor información sobre parques nacionales y áreas naturales de titularidad pública de Chile.
http://www.accuweather.com/es/cl/chile-weather :una página interesante para estar al tanto de las previsiones meteorológicas.
http://www.mapas.mop.cl/ : web dependiente del Ministerio de Obras Públicas de Chile donde descargarse totalmente gratis buenos mapas de la red viaria chilena.
http://www.sietelagos.cl : web de la municipalidad de Panguipulli con infos de interés y sugerencias prácticas para recorrer los lagos de la región.
http://www.loslagosestuyo.cl : site del servicio de turismo de la región de Los Lagos.
http://www.descubrelosrios.cl : site del servicio de turismo de la región de Los Ríos
http://www.mcuracautin.cl : site de la comuna de Curacautin, declarada reserva de la Biosfera, con buena información sobre los espacios protegidos de la región como Tohualca o Conguillio.
Otros site de interés, con información general y sobre alojamiento son : www.chile.travel; www.chileestuyo.cl