La adecuación de la célula / habitáculo a los posibles escenarios del viaje es una tarea crucial en aras de mantener la mejor calidad de vida a bordo posible.

Bien, ya tenemos a punto la base mecánica del camper; toca ahora arremangarse con la célula o habitáculo aplicando el mismo principio “prever escenarios durante el viaje” antes de la partida. Aunque las mejoras son menos laboriosas y complejas, hay ciertos equipos o componentes que requieren alguna acción provisoria si su constructor/carrocero no ha tenido la precaución de hacerlo. Partimos del hecho que todas las secciones de la célula (cocina, ducha, WC, sistemas de gas y agua, iluminación, boiler, batería(s) de servicio, etc.) están en perfecto estado de revista. Como en el caso de la base mecánica, nos ceñiremos a los aspectos más comunes, correspondiendo a cada cual actuar sobre las peculiaridades de su célula. El tema de repuestos, incluidos la lista propia de la mecánica, su ubicación y distribución de pesos lo trataremos en el siguiente post.

          

          

Comenzando por el exterior, en materia de protección, el componente más frágil son las placas solares, particularmente frente al granizo. Así que, aparte del recurso de echar una manta encima si nos sorprende una pedrea fuerte en marcha, no está de más proveerse de unas placas de metacrilato de igual superficie. Un grosor de 4/6 mm será suficiente y distribuiremos algunos pequeños topes elásticos adhesivos para asegurar una separación entre ambas para amortiguar vibraciones por impactos y asegurar la ventilación. Mejor si dicho material es transparente, por si debemos ausentarnos y dejamos el camper estacionado por días al aire libre; así las placas podrán continuar con su función de recarga de las baterías.

          

          

Ya que andamos por la azotea, es momento de preguntarnos si necesitaremos ubicar algo de material -sillas, mesas, una sexta rueda, recambios, etc.- que no va a tener cabida en otro espacio y que no será de uso diario. Por lo común, los carroceros prevén algún tipo de fijación al respecto, siendo los más prácticos los raíles de aviación. Pero si no fuera así o resultasen insuficientes, es el momento de encargar unos metros de rail y anillas de sujeción y diseñar un espacio de carga a nuestras necesidades. Podemos añadir una cubierta a medida de lona de camión, por ejemplo, para dar protección al material. Ah¡, estos raíles también pueden fijarse en laterales o la zaga de la caja para anclar planchas, rueda de recambios, etc. y en el interior de la célula (márgenes del suelo) para estibar toda la carga externa en travesías marítimas de forma que nos permita reducir volumen y con ello el importe del flete. Si no estamos duchos en estos trabajos, mejor encargarlos a un especialista.

          

Seguimos por el techo, pero ya en cuestiones de mejora del confort. En ese permanente desafío contra el frío o el calor, hay que considerar la confección de aislantes térmicos que cubran toda la superficie plana, excepto las placas y con trampillas en las áreas de claraboyas, extractores, etc. Los beneficios son notables, en torno a los +/- 6-8ºC, especialmente si las superficies despejadas presentan un revestimiento metálico. El empleo de estos aislantes térmicos practicables es agradecido en ventanas y claraboyas cuando el frio o el calor se dejan sentir. Un detalle, los aislantes deben exceder al marco de la abertura, especialmente si este es metálico, para mitigar la condensación. Estas aplicaciones son válidas y recomendables para techos elevables en todo su cerco.

Otra alternativa para mejorar el aislamiento externo en techos es pintarlos de blanco, del tipo -y tratamiento- que utilizan los carroceros o, incluso, con poliuretano -blanco- de alto brillo. Siguiendo una práctica habitual en la náutica, el trabajo podemos redondearlo si aplicamos primero una mano y se espolvorea en húmedo una capa de sílice. Dejamos que seque y retiramos el material que no se haya adherido y acto seguido aplicaremos un par de capas más de pintura. Además de conseguir una buena refracción, también logramos un superficie antideslizante.

Así mismo, si el camper no lo equipa, pensad en encargar un par de ventiladores /extractores solares y/o aprovechar la existencia de la claraboya(s) -si existiera- para acondicionar una ventilación forzada (esta última opción puede suponer una pérdida de luminosidad). Además de regular la temperatura, según la época, contribuiremos a disminuir la condensación y mantener el ambiente limpio. Un acertado manejo de las aperturas de las ventanas ayudará a ese bienestar.  El toldo, nunca sobra…

          

Un breve sobre los aires acondicionados. Si andamos sobrados de espacio, pero, sobre todo, de bolsillo, son una excelente opción para la mejora de la calidad de vida a bordo, aún más si equipan bomba de calor. Pero atención, los equipos realmente eficaces, que merecen la inversión, funcionan a 220v o necesitan de un generador -mínimo 2.000 w de pico- para alimentarlos con continuidad. El resto de artículos, como humidificadores, son apaños que no van a librarnos de los agobios y sofocos propios del verano y regiones tropicales.

          

Más cuestiones. Continuando con el confort, un detalle no menor, que puede resultar molesto, incluso desesperante… ¿os habéis preguntado alguna vez por dónde pueden entrar mosquitos y otros pequeños insectos mientras cenamos o leemos si estamos convencidos de que ventanas y puertas están cerradas o con sus respectivas mosquiteras tendidas? Pues muy sencillo: por las rendijas de aireación de las ventanas; la mayoría de los productos del mercado no están digamos tropicalizados. Una pequeña argucia consiste en disponer trozos de tela mosquitera en las rendijas. Para verificar este extremo, bastará con desmontar los marcos interiores y proceder en consecuencia. Amplificando esta cuestión, si no nos gusta estar encerrados a cal y canto, sea de día o de noche, al igual que en el tema del aislante térmico de ventanas y techos, podemos proveernos de mosquiteras que podemos adaptar con velcro a portones y/o ventanas de la cabina.

          

Respecto a los espacios reservados para la noche (dormitorio) es acertado recubrir las paredes, si no lo están ya, con tejido textil de alta densidad, estilo moqueta, para acrecentar la sensación de calidez en esa área. También mitigaremos algo la condensación, aunque el mejor método preventivo, además de permitir cierta circulación de aire (ventilación), es tener de origen bien aislado el habitáculo.

          

Cambiamos de situación; cuándo el frio puede ser protagonista destacado en nuestro destino. En estos casos debemos resguardar de forma prioritaria los conductos externos de gasoil, particularmente en lo que respecta a la calefacción si el autor de la célula no lo ha previsto, así como las tuberías de agua y depósitos, de boca o grises. De esa manera, evitaremos contratiempos severos. Un apunte: la mayoría de fabricantes de calefacciones por gasoil desaconsejan el uso de biodiésel ya que este tipo de combustible incorpora substancias (aditivos) que pueden afectar el funcionamiento, rendimiento y durabilidad del equipo.

Si hablamos de gasoil, la normativa estándar contempla los llamados gasóleos de invierno en aquellas regiones donde las bajas temperaturas son frecuentes. Esta modalidad de diésel está tratada para evitar la formación de cristales de parafina en torno a los -10ºC aproximadamente, que son los causantes de las obstrucciones para que fluya el combustible. Pero, ley de Murphy, suele ocurrir que la temperatura desciende por debajo de esa franja los días que andamos por la zona o, directamente, nos invade la duda de que exista ese tipo de diésel en el lugar remoto donde nos encontramos. La primera medida para eludir la congelación pasa por recubrir todos los conductos con coquillas de espuma elastomérica, con más esmero en aquellos de menor sección, como es toda la línea de la calefacción. Es un trabajo entretenido, pero sumamente agradecido y que podemos realizar nosotros mismos. Las franquicias deben reducirse al máximo y la precaución se extenderá a la bomba (s) eléctrica de alimentación de la calefacción. En este caso, podemos armar un receptáculo del citado material o del popular porexpán (poliestireno expandido)

          

Para los conductos y sifones de agua, sean de boca, de existir un depósito exterior, o grises, o secciones de tuberías internas que pudieran discurrir en contacto con la plancha del vehículo aplicaremos el mismo procedimiento (coquillas de espuma elastomérica). Igualmente, podemos mejorar con láminas del mismo material el aislamiento térmico de las áreas donde van ancladas las bombas de agua y filtros, por lo general alejadas de los flujos de aire caliente de la calefacción. Los carroceros suelen prever estas últimas situaciones, pero conviene asegurarse. Para salvaguardar los depósitos externos de la congelación, el mercado ofrece resistencias térmicas -sondas y placas- a tal fin. La segunda prevención es llevar encima aditivo anticongelante, tanto para el gasoil, habitual en el mundo del transporte y con grados de protección próximos a los -35ºC, como para el agua potable, disponibles en distribuidores de productos camper.

          

          

          

Finalmente, pensando en el acomodo del equipaje, utensilios de comida, alimentos, etc. en compartimentos y armarios disponibles, etc. aconsejo alfombrar las bases de todos los armarios con un tejido de caucho (unos 3 mm de espesor, de densidad baja/media) o film antideslizante (2 mm aprox.) para evitar vibraciones y deslizamientos de los contenedores y cajones presentes. Si debemos adquirirlos, éstos deben ser lo más livianos y resistentes posibles, como los contenedores de plástico norma Euro (criterio aplicable para almacenar todo tipo de material en cualquier zona de la célula). Para aprovechar rincones y huecos que escapen a las medidas establecidas, siempre podemos confeccionar pequeños cajones de madera de okume, resistentes e ideales para mantener una temperatura estable. Buscando más espacio, para tener a mano objetos pequeños como, libros, mapas, etc. los organizadores  -en forma de redes o bolsilleros-en paredes y techos son buena idea.

Finalmente, un breve comentario sobre la seguridad de objetos y ocupantes: es aconsejable contar con algunos huecos secretos distribuidos por la célula para para guardar documentos, dinero, pc´s, etc. Preferible que sean del tipo doble fondo a una caja fuerte al uso, pues en el lance de un desvalijamiento los daños colaterales -rotura de muebles, anclajes, etc- serán mayores en el segundo caso. Por lo que respecta a la seguridad de las personas, además del detector de gases comentado anteriormente -con la función de gases narcóticos, mejor- y las alarmas electrónicas que creamos oportunas, es bueno prever algun dispositivo -tipo cable o cincha de carraca- para trabar las puertas de acceso mientras dormimos. Para ampliar el número de supuestos que podemos tratar, recomiendo la lectura del articulo ‘Consejos marujos que facilitan la vida a bordo’ en la sección de práctico de nuestro site. Por Chema Huete

          

Colaboran: Bivac CamperCampercat4x4ERG 4×4Gi4by4, MichelinNémesis4x4Tallers L. Sanz, Traveling Queca Uro Camper

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